Río rojo

Con Río Rojo me han pasado diferentes sensaciones y es que nos ubicamos en Sudáfrica, en la época del apartheid, con un transfondo durísimo; pero cuando nos plantamos en una historia a través la visión de unos niños, es inevitable que las sensaciones que te genera esta historia sean positivas.

De primeras cuando supe que me encontraba ante una novela infantil, tuve un poco de “miedo” por ver cómo afrontaríamos este tema que desgraciadamente vuelve a estar en boca de todos, como es el racismo, debido a la sociedad en la que vivimos y teniendo en cuenta que el discurso de odio de razas viene de las instituciones. He de decir que me ha encantado, porque creo que se trata desde los ojos correctos, con unos mensajes que ojalá calasen en la sociedad porque nos harían mejores personas.

En este libro nos vamos a encontrar con la ingenuidad de Shaka frente a la injusticia, de un mundo y unas normas que no comprende y vamos a ver cómo se unen y luchan para combatirlo.
Es una historia entrañable, sobre la adversidad desde la infancia, y creo que es el típico libro que debería ser de lectura obligatoria en los colegios porque es muy instructivo.

Las reflexiones de Shaka, la manera en la que nos hace partícipe de sus pensamientos; en cierta manera, nos hacen cómplices de su lucha. de verdad que, las reflexiones que nos regala Rocio, son para leer este libro.

Súper recomendado, de verdad, son 200 páginas de lectura con algunas ilustraciones (o dibujos) que enternecen.