Gyo – Edición Integral

Otro préstamo de mi amigo Ángel, que está haciendo la colección que Ecc está sacando del autor y ya por fin llegó a Gyo, la obra que más me apetecía leer del autor.

Tadashi se encuentra con su novia Kaori de vacaciones en Okinawa, pero la cosa empieza a ir mal cuando ella, que es muy sensible a los olores, dice que algo huele fatal en el ambiente y no puede parar de ducharse para quitarse el olor. de pronto escuchan unos sonidos en la casa y se encuentran con un bicho extraño, un pez con patas mecánicas, y es precisamente de él de donde viene ese olor. Tadashi consigue encerrarlo en una bolsa de plástico que deja en el jardín, pero a la mañana siguiente el olor permanece y el bicho ya no está allí. de hecho, empiezan a salir del mar muchos otros peces con patas, y también tiburones, ballenas, pulpos…la plaga es tal que no hay modo de luchar contra ellos, incluso se meten en las casas para perseguir a sus víctimas.

La pareja vuelve a Tokio con el fin de huir de todo aquello, pero pronto la plaga llegará también allí, al igual que al resto de Japón e incluso otros países. Tras ser atacada por uno de esos peces, el cuerpo de Kaori empieza a cambiar, le salen llagas y huele igual de mal. Tadashi decide llevársela a su tío, que es científico e investiga la bacteria que afecta a esos peces. Mientras la ciudad es un auténtico caos, una especie de nube tóxica desprendida por aquellos animales lo inunda todo, y empiezan a aparecer plataformas de patas mecánicas sobre las que se encuentran personas infectadas.

Su tío le dice a Tadashi que no ha podido hacer nada por Kaori porque estaba ya muy mal, pero la asistente del Doctor le dice que es mentira, en realidad ha estado experimentando con ella probando una plataforma de patas mecánicas creada por él. Según dice su tío ella ya no siente nada, pero al ver a Tadashi junto a la asistente llora y se dirige a ella para atacarle. La locura máxima llega cuando el propio Doctor se coloca una de esas plataformas voladora y va succionando seres humanos para obtener energía de ellos…

La verdad es que es una obra muy muy loca además de desagradable, parece que se pueda sentir el tufo que desprenden esos bichos, pero creo que justamente es eso lo que quería el autor, así que mi más sincera enhorabuena, jeje.