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Año 2026, Barcelona. La Sagrada Familia se derrumba poco después de haber sido terminada y Elda siente que debe volver a la ciudad que abandonó para ser ceramista en Japón y reencontrarse con viejos fantasmas... A partir de este momento nos situaremos en los años 90, cuando Elda empezó a estudiar Periodismo y compartió piso con dos chicos: Jules, un francés apasionado de la arquitectura, y Hiroshi, un japonés que quiere ser chef de comida española. Elda no tiene tan clara su vocación y lo que parece que empieza como un triángulo amoroso entre los tres terminará como un drama sobre el arrepentimiento y el sentimiento de culpa. Creo que lo que más me ha gustado de este manga es la ambientación: ver algunos de mis rincones favoritos de Barcelona o la propia Facultad de Comunicación de la Autònoma en sus viñetas ha sido emocionante. Y también me gustó mucho llegar a ese punto en el que se destapa todo lo que llevaba Jules dentro, uno de esos personajes que siempre parece que se lo guarda todo y que me tenía muy intrigada desde el principio. Desde que conocí a los autores con 'Arashiyama', una obra muy recomendable, me gusta seguir de cerca a este tándem que siempre ofrece extras muy jugosos en sus obras. Las palabras finales reflexionando sobre la Barcelona de los 90, o sobre uno de los temas que se trata en el manga me han gustado mucho. Como en su primera obra que leí, lo único que diferencia este manga de uno japonés es que el sentido de lectura es occidental: los dibujos tienen una calidad buenísima. |
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