Obviamente, el argumento que la autora decidió abordar es tema solo de su competencia. Pero me permito pensar, que también es de mi competencia, que no me imagino al rey o la reina de ningún país, mucho menos del Reino Unido, pasar sus días de vacaciones tratando de desvelar un par de misterios, entre los que se incluyen la aparición de una mano cercenada de su cuerpo, una bolsa conteniendo estupefacientes y otros. El libro me pareció aburrido, larguísimo, pese a tener solo unas trescientas y tantas páginas, complicado de recordar a sus personajes, a veces nombrados por su título nobiliario, otras por su nombre de pila, a veces por su apodo íntimo y las relaciones familiares entre ellos, ya que la realeza no es lo mío. |