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Esta una novela nos sitúa en el año 1937, en un contexto donde el conflicto mundial parece inevitable. Armand Rolzou de Saint-Gelais, un diplomático de la Sociedad de Naciones, decide rechazar participar en la carnicería que se avecina y junto con su esposa, Constanza, emprende una nueva vida en una misteriosa isla en el Atlántico Norte, que ha desaparecido de los mapas marítimos. Establecen su hogar en una mansión llamada Thule, en honor a la mítica isla de Piteas. La novela nos sumerge en una aventura literaria llena de imaginación. Aunque la isla es imaginaria, convive con los acontecimientos históricos más duros del siglo XX. El autor se asegura de recrear en detalle este nuevo mundo, donde comienza una saga que está fuertemente enraizada en la realidad. El tema central de la novela es la posibilidad de los individuos de escapar de su destino dictado por sus gobernantes. Se plantea si es posible sustraerse de la historia o si esta siempre nos alcanza de manera inexorable. La ficción se convierte en el territorio donde se cuestiona la naturaleza real de la libertad del individuo frente al Estado. La narrativa de la novela nos transporta a una experiencia luminosa, donde los hombres ya no son competidores, sino colaboradores en armonía con la naturaleza que respetan. La historia nos muestra que no son necesarios crímenes, odios, traumas o dolor para acceder a la experiencia perfectamente humana de sobrevivir y convivir en una naturaleza primigenia. En conclusión, es una novela que nos sumerge en una historia de aventura, reflexión. El autor plantea preguntas importantes sobre la libertad individual y la relación con el Estado, todo ello en un entorno natural y primigenio. Recomiendo esta novela a aquellos lectores que busquen una historia diferente, que los haga cuestionar las convenciones y reflexionar sobre la sociedad y la naturaleza humana. |
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