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La palabra que me vino a la mente tras terminar de leer el libro es: peculiar. En sus no más de 79 páginas nos encontramos con una experiencia casi onírica en la que el lector se imbulle del conocimiento de la literatura de los años cuarenta y cincuenta de la Argentina más castigada por una clase dirigente que obligó a los estudiantes y profesores a un exilio, dejando el país sin toda esa corriente cultural y artística tan característica. Comienza la novela con la mención de Jorge Luis Borges y, en compañía de Letizia Álvarez de Toledo y Elvira Orphée, el narrador en primera persona de esta novela nos hace una reflexión tanto sobre la literatura (como ya os he mencionado) como del exilio que muchos tuvieron que hacer a países europeos, sobre todo a Italia. No puedo contaros mucho más ya que es una novela muy corta pero me quedo con el comienzo del libro que dice así: “Si bien los personajes de este relato son reales, debe leerse el texto como ficción”.
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