El hilo dorado

No conocía a la autora antes de que otra autora me la recomendase, y no pudo ser una recomendación más acertada. Desde ya os digo que esta es una de esas novelas que merece la pena leer, con pasado, con familia, con engaños y con una historia que descubrir.

Lo primero que vemos es que tendremos una historia a dos tiempos. Vera nos hablará desde el Madrid en 2011, en primera persona, en un momento muy complicado de su vida, con su vuelta a sus raíces, la casa de sus abuelos, con quienes se crio, donde vive una abuela con alzhéimer y un abuelo ausente, que ha desaparecido. El pasado nos lleva a Abrigny, una pequeña población en el valle del Loira, con la vida de esa abuela, en una Francia ocupada por los alemanes, junto a sus hermanas y su madre.

Un libro muy bien contado, muy bien narrado, todo es bastante fluido, no se hace pesado; de hecho, a medida que vas leyendo quieres seguir avanzando, donde te interesan todos los focos, incluso esos personajes secundarios que tienen un pequeño papel. Me gusta leer sobre esa época: un pueblo ocupado por los nazis, la reacción de sus habitantes, la lucha de la resistencia francesa, y la supervivencia, sobre todo por sus mujeres. Y en torno a ese momento histórico, tenemos amor, desamor, engaños, equivocaciones, luchas y cierta intriga, facilitada por un prólogo que se queda en poco en el aire, y que no es difícil de suponer, aunque eso no resta atractivo e interés.

Es complicado llenar las líneas de esta publicación porque sin duda es una novela que es mejor que la vivas, que la leas, que te adentres en ella desde la comodidad de tu sofá; que aprendas a descubrir a Vera, y el camino que recorre para encontrarse (o reencontrarse) aunque sea algo a trompicones, con esa pena de tener una abuela con alzhéimer de la que se ha perdido esa parte tan fundamental de su paso. Por otro lado, recorres el cambio vital que supuso para Violet, Margot, Claire y su madre, Daphine, la guerra y la ocupación nazi de su pueblo, en sus vidas, en sus decisiones, viviendo las consecuencias de sus actos. Creo que como toda historia ambientada en la II Guerra Mundial, habla de pequeños héroes que no son más que personas que actúan según lo que sienten y por impulsos, y eso tiene consecuencias.

Me gusta el estilo de la autora, con ese equilibrio entre narración y diálogo, donde la lectura se convierte en algo fluido y sólido, además de bien encajado. Esto último lo destaco porque llegué a dudar de ello pero, al final, me tragué mis pensamientos. No solo tienes la importancia de la historia y de los personajes, y lo bien que está gestionada toda la trama desde el principio hasta el final, por otro lado tienes ese texto que tan bien acompaña, trasladándote sin ser excesivamente descriptivo a ese pueblo francés y a ese momento bélico, sin recrearse en las escenas intensas pero no esquivando el dolor que pueden provocar.

Siendo una historia bastante dinámica, donde todo gira en torno a esa situación en la que viven los habitantes del pueblo, al final se te queda ese regusto a los distintos tipos de amor: al amor familiar, maternal o fraternal; al amor fuerte e intenso, al amor tranquilo y pausado, al amor que perdona, que hace daño, que deja marchar, que es erróneo e, incluso, el tóxico. Nos muestra cómo la verdad es el conocimiento para que Vera pueda encajar las piezas y sentir quién es.

Me ha gustado mucho, lo he leído muy a gusto. Me he metido mucho en la historia, me he trasladado a esos años 40, y he entendido a esas mujeres, sufriendo por todas: con Violet, mucho; con Delphine, muchísimo, entendiendo su sacrificio; con Margot; con Vera no he sufrido, he aprendido, he escuchado y he encontrado el sentido que ella encuentro.

Espero que tenga mucha suerte entre los finalistas. Solo he leído dos de ellos, por ahora, y este sigue siendo mi apuesta clara. Ya veremos. Si te gusta la ficción histórica, te aseguro que es fácil que disfrutes de esta novela. Aunque yo he dicho que sufrido, ha sido más por convicción personal que porque la novela busque ese sufrimiento intenso. Se puede leer sin pasarlo mal, os lo aseguro.

Por cierto, si bien la cubierta de libro es bonita, creo que no transmite lo que es esta historia, que para mí, encaja más en una novela de narrativa de ficción histórica más que en una novela romántica.






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