La soledad de los pájaros

Hola queridos lectores, llevo un tiempo sin publicar debido a un atasco lector por motivos laborales pero ahora volvemos a la carga con más fuerza si cabe.

Hoy os traigo un libro de una escritora y guionista mexicana, Sandra Becerril, considerada como unas de las mejores escritoras de terror y thriller del país.

Entre sus páginas descubriremos la historia de su protagonista: Agni, una joven y bella actriz que despierta en su cama, descubriendo su propio cadáver asesinado meses antes. A partir de ahí, intentará descubrir quién, cómo y el por qué de su muerte, buscando una respuesta la cual lleva aparejada una venganza implícita. El tiempo apremia para encontrar a la persona que la mató, porque la muerte le va persiguiendo los talones, o a su alma en su caso. Ella a su vez ve a la muerte como algo horrible y espantoso,quiere alejarla a toda costa y que no se fije en ella.

Agni va encontrando pistas y respuestas en su búsqueda, aunque su mayor impotencia es no poder interactuar con su entorno debido a que es un alma en pena y en su búsqueda de pistas se empezará a dar cuenta de muchas cosas que ella sabía anteriormente pero que siempre se había obstinado en no querer ver.

Esta novela está desarrollada en la Ciudad de México y nos describirá lugares que existen en la realidad.

Antes de leer la sinopsis ya había decidido leerlo, ¿veis cuánto de importante es una buena portada? La portada para mí dice mucho, y la considero muy importante y atrayente a la hora de elegir un libro. Normalmente no me fio de los textos que ponen en la faja publicitaria del libro porque al final pagan a ciertos escritores de renombre para que nos doren la píldora.
¿Coincidirá el libro con lo qué esperaba?
A partir de aquí leerás mi opinión más sincera sobre los sentimientos que me ha despertado la novela.

Novela corta, poco menos de 300 páginas, con tintes de terror y misterio, historia con una trama fuerte sobre la violencia ejercida en contra de las mujeres en México. Escrita en primera persona, con una prosa exquisita pero poco fluida y directa, con claros matices poéticos que hace que te cueste engancharte a ella.Faltan giros que te atrapen y le den su punto emocional al libro.

Con un principio de novela algo entretenido pero que conforme vas avanzando entre sus páginas va cogiendo un ritmo bastante plano y sin sobresaltos para mi gusto.

Definir este libro como terrorífico o espeluznante sería exagerar un poco la cuestión, ya que pienso que el terror brilla por su ausencia entre sus páginas y las pocas escenas que pretenden asustarte y desconcertante son demasiado ambiguas y abstractas como para causar un verdadero impacto en el lector, por tanto, si buscas terror este libro no está escrito para ti.

Lo que menos me ha gustado del libro es que en general no sucede nada que haga avanzar la historia, va lenta desde el principio y en casi la totalidad del libro ya que se entretiene en descripciones del entorno y los personajes bastante aburridas y que afectan muy poco a la trama principal.

En la trama no consigo saber cuál es el hilo conductor sobre el que se va a construir el final y ese andar perdido por las páginas de la novela se resuelve con el final. Un final que te deja la sensación de que muchas páginas de las que has leído no importaban lo más mínimo para el desarrollo de la historia.

¿Qué destaco del libro? Por supuesto, el final, el cual cierra todo y tiene su puntito emocional que consigue que suba un poco la puntuación que le doy a la novela.

Regusto insípido, no puedo decir que haya sido amargo del todo, porque he disfrutado algunos momentos o páginas con ella pero no ha sido todo lo sabroso que esperaba cuando me enamoró inicialmente su portada y su sinopsis.

En conclusión, una novela para pasar un rato pero en la que muchos momentos me ha costado engancharme a su lectura y no he conseguido conectar con ella.

Quizás no estoy hecho para este libro, para mí es un libro en el que puedes saltarte casi todo el texto para ir directamente al final, ya que en este caso el camino no importa demasiado.

Aunque no dejes que ese desencanto que yo he sentido te niegue la oportunidad de disfrutar de una historia que para ti pueda merecer la pena.
Eso sí, quiero dejar claro que si no te gusta mi valoración, no culpes al mensajero.

Felices lecturas, os leo.