Agatha Raisin y el veterinario cruel

Me ha encantado descubrir a Agatha Raisin, una mujer de mediana edad, jubilada y viuda que se va a vivir a la campiña inglesa en los Cotswolds, un lugar donde parece que en sus “cottages” existen vidas acogedoras y tranquilas; pero resultan ser el caldo de cultivo para el asesinato.
El veterinario del pueblo, el señor Bladen, aparece muerto por una inyección letal que iba destinada a un caballo de carreras. Parece que era todo un seductor de mujeres y que muchas de ellas tenían motivos para matarlo.
Será Agatha, esa mujer coqueta que da de comer a sus gatos, que bebe whisky doble y también toma el té en la vicaría, cubierta de pieles de zorro, siempre con sus labios pintados, su collar de perlas y con sus tacones puestos, quien haga de detective junto con su buen amigo James Lacey y resuelvan dos asesinatos que parecen guardar relación.
La lectura es muy ligera, llena de enredos y cotilleos y me ha encantado el humor de este “cozy mistery” con situaciones de lo más inverosímiles que te hacen pasar un rato de lo más agradable y divertido.