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Tercera y última parte de la serie Nights. Beth es una chica que se ha reinventado a sí misma, renació de las cenizas, su hermano es un pilar fundamental en su vida. Vive en Londres donde siente que ha encontrado su hogar y su familia. Pero desde que habría un canal en Youtube sobre recetas de repostería la cosa ha ido mucho mejor de lo que pensaba, hasta la han llamado de Chicago en un programa de televisión para darle un espacio. En ese primer viaje su vuelo se cancela por el temporal y lo que no esperaba es que el señor del asiento 8A y ella tendrían una apasionante noche. Y desde ese momento los encuentros, al principio cosa del destino y luego ellos van buscando explorar esa atracción entre ellos, al principio solo quieren divertirse porque ambos no quieren nada serio y están en países diferentes. Un romance lento que nace de la atracción, pero al final es encontrar a la persona adecuada en el momento adecuado. Las escenas son picantes, sobre todo al principio. Dylan es un hombre de negocios con buen físico, sexy y que su prometida lo dejó por otro con más dinero y mayor, algo que le marcó y no quiere saber nada del amor. Es una historia que se lee sola, rápido y que me ha gustado mucho como ellos dos se han encontrado en el momento justo y como al principio solo disfrutan de la compañía del otro para que, poco a poco, ir explorando los sentimientos. Ambos van a tener secretos que pueden inclinar la balanza a un lado u otro, a su vez tienen sus inseguridades en el tema del amor porque ninguno de los dos lo pasó bien con su última pareja. Me ha gustado como ambos intentan manejar estas inseguridades, cómo piensas en darle la vuelta y, a veces, sin querer guardando cierta información hacemos más daño de lo que imaginamos. |
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