El otro Manuel

Que un famoso o pseudofamoso arrastre una ingente multitud de seguidores en tuiter, pendientes de su última chorrada, es desgraciadamente el pan nuestro de cada día. Y que cuantas más tonterías día más seguidores tenga, lo normal.

Pero que un desconocido, más allá de su círculo de amistades, familiares y trabajo alcance las dimensiones que alcanzó este verano Manuel, eso ya es otra cosa. Y que lo hiciera por su habilidad en manejar textos escritos, imágenes y vídeos, todo realizado con la única ayuda de un teléfono móvil y por si fuera poco respetando las reglas gramaticales y ortográficas… Eso sí que es una hazaña.

Pensé que si alguien era capaz de crear una historia con sentido e intriga con semejantes limitaciones, bien podría dedicarse a escribir algo con más enjundia. Un pensamiento que no fue demasiado original, porque los señores de Editorial Planeta también lo tuvieron y este libro es la constatación de ello.



Como el propio Manuel (o el otro, vaya usted a saber quién está ahora al frente de ese cuerpo) dice, cada medio tiene su propio lenguaje: el cómic tiene uno, un cortometraje tiene otro, una película de cine tiene el suyo propio y, un tuit tiene su propio esquema y limitación y, por supuesto, una novela es otra cosa. Por eso, aquí no hay dibujitos más allá de la portada o, en mi caso, del de la dedicatoria que tan amablemente me hizo.

Pero dicho esto, lo cierto es que su estilo es muy directo y coloquial, con frases cortas que más que probablemente quepan en un tuit (y más ahora que tienen 280 caracteres). Es más, es probable que esta novela pueda escribirse tal cual a base de tuits.



No es una novela de personajes, sino de personaje: Manuel Bartual, porque aparte de él, son mínimos los personajes que aparecen en la novela, a excepción de su vecina Alicia y poco más. En realidad El otro Manuel es una novela de sensaciones, de ambientación. Logra crear una atmósfera que se vuelve cada vez más claustrofóbica y angustiante a medida que avanza la novela, en la que una vez que nos ha introducido en su persona, comenzamos con él un viaje camino quién sabe si del manicomio, en el que la realidad va transformándose hasta convertir la novela de una dulce y en muchos momentos cómica descripción de la realidad de una persona en algo totalmente diferente, casi casi en una historia de terror que involucra de lleno al lector.

No será literariamente la novela del año, pero probablemente sí sea un éxito de ventas. Yo por lo menos se lo deseo al autor, que ha sabido crear una novela muy diferente, difícilmente catalogable. Creo que esa originalidad merece premio.

Yo como lector me he divertido mucho leyéndola.


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