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Una adolescente encuentra las cartas que su abuelo envió a su abuela a lo largo de 3 años en la década de los 50, durante su cortejo y su noviazgo, hasta antes de su boda. La niña reconstruye esa historia al revés (empezando por la más reciente, terminando con la más antigua) y a escondidas, pero su abuela padece Alzheimer y no conserva sus misivas. Su versión se ha perdido para siempre. 'No volverán tus ojos a mirarme' es la última novela de Marta Barrio, escrita tras la obtención de su premio Tusquets por 'Leña menuda' (que aprovecho para recomendaros de nuevo). En ella, quizá de una manera menos obvia en el texto respecto a su obra anterior, aunque sí en su trasfondo, ofrece un discurso inequívocamente feminista al poner en relieve algo que sigue afectando a las mujeres: su invisibilización. En las cartas menciona la mala letra de ella, sus faltas de ortografía o su poca constancia al responder. Tres cuestiones no menores, pues están relacionadas con el trato recibido en casa. al ser mujer y de las últimas en nacer, la trataban como algo de lo que deshacerse. Recibió la educación mínima y deseaban 'colocarla', que se casase y dejase de suponer un gasto. Eso hará que, años después, destruya sus cartas por culpa de la vergüenza. Y es que ese es el principal problema a la hora de recuperar las voces de tantas mujeres olvidadas y menospreciadas: cuando hay alguien dispuesta a escuchar, muchas veces ya no quedará un hilo del que tirar, hasta el punto de que muchas hayan sido borradas de la historia para siempre. Sin poder ocupar el lugar que merecerían (o al menos tener la opción) si ellos no hubiesen tomado el control y encargado de hacerlas de menos. La narradora reproduce y comenta cartas, postales (el contenido, el sobre, los sellos...) y fotografías y las intercala con su presente (en los 90), un verano en Cádiz y la vuelta a Madrid en septiembre. Esta parte no me ha tenido tanta fuerza. No porque no me haya gustado en sí, sino porque no siempre he sido capaz de ver la relación entre ambas (sin contar diálogos esporádicos donde familiares les hablan de sus abuelos y algunos hechos puntuales). Eso ha hecho que para mí no haya sido una lectura redonda, como lo fue 'Leña menuda' en su momento, pero no por ello dejaría de recomendarla. de hecho, le doy 4 estrellas de 5. La prosa me ha parecido preciosa, tanto la de Marta Barrio como la de su abuelo. Ah, ¿no os había dicho todavía que las cartas son reales aunque la historia no sea exactamente autobiográfica? La única pega que le pongo a este aspecto es que a veces la adolescente me parecía una adolescente y, otras, la mujer que sería ahora. Las cartas además derrochan amor, especialmente hacia el final de la novela (o sea, el principio de la historia) donde la seducción a través de las palabras es evidente. No hay que olvidar la época en que han sido escritas, que habrá cosas que nos choquen y que podemos tildar incluso de machistas. Pero en las dos líneas temporales se destila un amor puro, sincero y muy bonito que (con el permiso de la reivindicación que comentaba anteriormente) es el verdadero sostén de esta historia tierna. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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