Traducción del dolor

Verdades implacables.
Sentimientos que se desbordan.
Dolor, tristeza, desazón.
Caricias perdidas.
Soledad.
Preguntas sin respuesta.
Vacío.
Incomprensión.
Grietas.
Heridas que sangran.
La mejor traducción del dolor posible.

¿Pueden las palabras sentirse como armas que disparan directamente al corazón?
¿Pueden los versos entenderse como puñales que se clavan dentro?

Así es como me siento, tras leer Traducción del dolor, un poemario donde @franbarreno usa las palabras como dardos directos al alma, con frases que se te cuelan bajo la piel, con sensaciones que te ponen los pelos de punta por su intensidad, su verdad, su pura realidad.

El autor reivindica su propio dolor, sin tratar de esconderlo, abriendo las compuertas de su esencia y mostrando sus vacíos, sus cicatrices y las heridas que todavía siguen doliendo. Acepta su dolor, lo asimila y lo comparte a través de versos profundos, apasionados y emotivos.

La verdad se esconde en cada párrafo.
La valentía se siente con cada palabra.
La realidad se atisba entre la emoción y la profundidad.

Decir que me ha fascinado se queda corto cuando reflexiono sobre lo mucho que me ha gustado. Ha sido una experiencia catártica, intensa y emotiva leer lo que esconde entre sus páginas esta obra.
Desde el maravilloso prólogo de Elvira Sastre hasta el epílogo tan bonito de Abel Azcona, cada parte de este poemario me ha llenado de unas sensaciones indescriptibles. Y no estoy exagerando: ha sido uno de los poemarios que más me han transmitido, que más me han hecho pensar en mi propio dolor emocional. Es bestial cómo consigue reflejar cada sentimiento y cómo muestra su tormento sin autocompadecerse, simplemente dejando que la poesía sea su única aliada.

Sin duda, recomiendo encarecidamente este poemario y será uno de los que tenga siempre cerca. Acudir a él será como visitar a un viejo amigo que sabe cómo consolarme.