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Es una lectura fuera de mi zona de confort que me ha recordado a lo que tenía que leer en la universidad para la asignatura de Antropología, es verdad, que es más ligero que otro de otros de este género, aunque no deja de ser trabajo de campo en África, yo no suele conectar mucho con este tipo de historias, también hay que encuadrarlo en la época que fue el los años 70. Aun así se ve muy bien reflejado el modo de vida africano, aunque no me gusta generalizar así, además que disto mucho de ser una experta, aparecen los temas eternos que han aparecido cuando leo algo acerca del país el tiempo para ellos, la burocracia, y la vida mindfulness que ellos si que la tienen instaurada, lo que me resulto desagradable como en otras ocasiones que leo este tipo de libros es la suciedad y la podredumbre, en ocasiones se me revolvió el estomago cierto es que el lo cuenta de una forma más amena que puede hacer otros antropólogos, pero definitivamente no es mi tipo de lectura. También de he de reconocer que la cultura africana no es una cultura que me atraiga especialmente y eso puede hacer que ya vaya predispuesta.
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