Sombra y hueso

Llevaba años escuchando hablar y leyendo críticas sobre los libros de Leigh Bardugo y, aunque tenía muchas ganas de leer la aclamada «Sombra y hueso», no fue hasta que se confirmó su adaptación que vi por fin el momento de adentrarme en este mundo. Tengo que reconocer que no me lo imaginaba así, sin embargo, parece que «Sombra y hueso» es solo el primer escalafón de un mundo aun por descubrir, por lo que todavía me queda un buen viaje por delante. Pero, de momento, vamos a centrarnos en esta primera toma de contacto con la autora.

Alina Starkov, aprendiz de cartógrafa, y su mejor amigo Malyen Oretsev, rastreador, se dirigen a Os Kervo como parte del Primer Ejército. Para ello tendrán que atravesar la Sombra que es casi como ir buscando la muerte, ya que está plagada de criaturas aterradoras: los volcra. Sin embargo, ya en la Sombra y siendo atacados por los volcra, una intensa luz logra salvarlos de una muerte casi segura. ¿El origen de la luz? La propia Alina, cuyo poder desconocía. Tras este descubrimiento, se verá alejada de Mal para empezar una nueva vida en Os Alta donde deberá aprender a dominar su poder para quizá de este modo acabar con la Sombra que los aisla.

Como muchos suelen destacar, el mundo Grisha es uno de los puntos fuertes de esta historia y, por ello, me ha fascinado la ambientación y todo lo que tiene que ver con la sociedad Grisha. Aunque al principio resulta un poco confuso, conocemos muy por encima a los Corporalki, los Etherealki y los Materialki, todos ellos siguiendo ese orden jerárquico siendo El Oscuro el escalafón más importante. Por supuesto, también hay cierta jerarquía dentro de estos grupos, pero no nos vamos a meter en camisa de once varas. Además, todos ellos están representados a través de colores lo que hace que sea un poco más visual, a pesar de tratarse de una novela. La verdad es que, si no hubiera disfrutado de la trama –que no ha sido el caso–, probablemente hubiera seguido la lectura solo para conocer un poco más a fondo este mundo. Además, aunque no lo he necesitado mucho, la edición cuenta con un mapa maravilloso y un glosario –a este último sí que he acudido más–. Por lo que parece en el siguiente sí que me va a ser falta el mapa, así que estoy deseando adentrarme más.

Debido a que en esta primera parte solo vemos una pequeña pincelada de lo que es el mundo en sí, y aunque la ambientación es sencillamente fascinante, destacan principalmente los personajes, en concreto Alina y El Oscuro, aunque probablemente sea este primero el que menos me ha convencido. Si bien me ha gustado mucho su carácter y evolución durante la mayor parte de la novela, me ha decepcionado un poco en el tramo final debido a ciertas decisiones que, teniendo en cuenta lo que se les venía encima, no me parecieron demasiado coherentes con lo que habíamos visto de ella hasta ese momento. El Oscuro, por otro lado, ha sido un personaje que me ha gustado con gran diferencia. Se mueve entre el bien y el mal a ojos del lector, es un personaje que trasmite confianza y desconfianza al mismo tiempo. Una sensación muy rara, pero espectacular. Creo que es la primera vez que me ha gustado tanto un personaje que no está catalogado como 100% bueno, porque, sí, a todos nos gustan los chicos malos, pero este no es un chico malo de manual. En este aspecto, la autora logra trasmitir muy bien al lector lo que está sintiendo Alina en todo momento, ya que, tal y como nos pasa a nosotros, nadie es capaz de resistirse al Oscuro. También tenemos a Mal, mejor amigo de Alina, pero, debido a su ausencia durante la mayor parte de la trama y su hermetismo, es un personaje sobre el que sabemos mas bien poco. No había leído muy buenas críticas sobre Mal, pero a mi, lo poco que se ha visto, me ha gustado bastante, ya que, teniendo en cuenta las circunstancias, entiendo que tampoco se le puede pedir mucho más. Eso sí, espero que se vaya desarrollando mucho más durante el segundo libro.

La pluma de la autora es bastante ligera, aunque a veces no tan sencilla como cabría esperar, sobre todo en cuanto a vocabulario que le aporta a la lectura un toque refinado. No obstante, se lee de forma muy ágil, ya que la autora tampoco ahonda mucho en grandes descripciones, sino que nos facilita lo justo y necesario para situarnos y adentrarnos en lo que está narrando sin echar en falta algo más detallado. Ha sido una experiencia muy gratificante, ya que no resulta para nada pesada, aunque, si sois como yo que tenéis la manía de esperar a que acabe el capítulo para acabar de leer, preparaos porque los capítulos son bastante largos. En cuanto al final, se nos deja vislumbrar un poco de lo que vamos a ver en el siguiente tomo, ya que la autora cierra este libro con un último capítulo al que llama ‘después' y narrado en tercera persona –a diferencia del resto de la trama que estaba narrada en primera persona por Alina–. Es un final abierto que, por lo menos a mí, aunque me muero de curiosidad, no ha hecho que quiera leer enseguida su segunda parte. Ha actuado más bien como tranquilizante. Si no fuera por ese capítulo, probablemente me hubiera lanzado a por el segundo. La edición que he leído yo –la que viene en el boxset de la trilogía–, además, cuenta con una pequeña entrevista a la autora con preguntas sobre cómo surgió «Sombra y hueso» y otras mucho más triviales, pero muy interesantes que nos acercan más a Leigh Bardugo como persona.

En definitiva, «Sombra y hueso» es la primera parte de una trilogía cuyo fascinante mundo parece prometer bastante. La autora, además, logra camuflar a la perfección a sus personajes de modo que el lector no sabe de quién se ha de fiar logrando así una sensación de inseguridad total cuando, por fin, estalla todo. Una forma muy eficaz y espectacular de meternos en la piel de la protagonista.
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