Sombra y hueso

Comencé a leer a Leigh Bardugo con todo el revuelo que hubo debido a la serie de Netflix. Leer la trilogía Grisha y en este caso, Sombra y hueso fue todo un descubrimiento que no esperaba.

Durante las primeras páginas el estilo de la autora ya me tenía inmersa en la lectura. El mundo que se iba creando página a página cada vez me convencía más. Una brecha oscura, el Nocéano, plagada de monstruos; gente con poderes llamados Grisha, el Oscuro, una chica que de pronto descubre que tiene poderes. No podía pintar mejor.

La historia se inicia con Mal y Alina de niños y los vemos crecer juntos hasta que descubrimos que ella no es una "humana corriente". Conocer a Alina ha sido interesante y por su culpa me he dado cuenta de lo ingenua que puedo llegar a ser cuando estoy leyendo un libro. Cuando todo es demasiado bonito y yo me lo trago.
Mal ha sido un protagonista con el que no he conectado demasiado y que en algunos momentos me ha molestado por su actitud.

Y maldita sea, menudo plot twist me he comido por culpa del Oscuro (un Grisha muy poderoso y "majete") que os juro que no me esperaba para nada y con el que he sufrido. Adoro a este personaje.

El sistema de magia que se desarrolla en la historia me ha encantado. Está perfectamente definido, estructurado y explicado lo que ha hecho que la lectura no me resultara complicada. Es un libro de fantasía muy sencillo de seguir.

Quizás lo que menos me ha gustado ha sido el final. Creo que ha estado muy poco desarrollado y no se le ha dado profundidad. Es un final con el que se deja muy preparado el inicio del segundo libro de forma precipitada.

Aun así puedo decir que me ha encantado.