Ricardo Vidal es un trentañero sumido en la tristeza y muchas adicciones, hasta que un hecho impactante y una llamada de alguien del pasado lo sumira en una espiral de recuerdos y autodestrucción. Una novela original,arriesgada y reflexiva donde la defenestracion es la última salida. Una lectura algo perturbadora pero entretenida y diferente,que te atrapa irremediablemente entre sus páginas. Me sorprende que sea una primera novela y además autopublicada, por la calidad tanto de la exposición de los temas tratados como su lenguaje rico, cuidado y detallado que te trasporta a los escenarios y a los pensamientos del propio protagonista en un halo de desesperación ,curiosidad y tristeza a lo largo de toda la novela. Me ha gustado también todas las referencias musicales. Capitulos cortos narrados en primera persona, un relato crudo y descarnado, intercalando su presente a punto de derrumbarse y sus dolorosos recuerdos, un pasado donde las relaciones familiares, las ausencias que pesan, los secretos confesados, la lucha contra los propios demonios internos sumados a la adicción, la decadencia y la autodestrucción se convierten en una bomba a punto de estallar. Temas como la soledad y cómo salir del pozo cuando uno está realmente hundido y no parece haber salida alguna, porque nadie como uno mismo puede hacerse el peor daño. Y me hace pensar que toda ayuda es necesaria pero, no puedes ayudar a quien no se deja ayudar o quizá no vemos realmente el problema hasta que tal vez sea tarde para salir de ese agujero. Pese a ser una novela oscura es interesante y muy recomendable, acompañar a Ricardo en su defenestracion ha sido impactante y muy reflexiva. Una novela que fluye poco a poco que va subiendo de intensidad y con un final de impacto y que os animo a conocer. |