República luminosa

Creo que no importa conocer poco o mucho de "República luminosa" a la hora de empezar a leerlo porque la propia novela desvela gran parte de lo ocurrido casi al principio. El ambiente cargado y húmedo, con el verde de la selva y el marrón del río, nos sofoca durante esta crónica un poco surrealista (mágica a ratos) y terrible de lo que ocurrió con los 32 niños de San Cristóbal. Es una novela llena de incógnitas sin resolver que nos enfrenta a la estupefacción que nos causa una infancia desligada de lo que asociamos a la niñez. Porque la pobreza, un entorno adverso, moldea de manera diferente a las personas. Las historias de niños perversos tienen un puntito desagradable, pero a la vez fascinante.Me ha sorprendido esta novela que avanzaba y retrocedía en los hechos, y que engancha desde el principio.