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La historia de Alleyne y Rachel me pareció muy entretenida y bonita pero eché de menos a toda la familia Bedwyn. El romance como tal de nuestros protagonistas me pareció bonito y la trama interesante, sin embargo, me hubiese gustado que el libro de Alleyne fuera un poco más con la personalidad que tiene durante toda la serie y al perder la memoria sentí que perdió también un poco de todo lo que yo tenía en la mente sobre él. En general su romance es interesante. Rachel es una mujer en una situación bastante desesperada, así que, cuando encuentra a un hombre herido y desnudo y decide ayudarlo y cuidarlo, no espera que ese hombre termine convirtiéndose en un amigo y posteriormente él la ayude a ella con la finalidad de conseguir una herencia que podría ser la respuesta a todos los problemas que enfrenta. Alleyne Bedwyn fue herido durante una batalla y al caer de su caballo, se golpea la cabeza y al despertar ha perdido la memoria y se encuentra en un burdel, rodeado por mujeres divertidas y con una belleza a la que considera su ángel guardián. Conforme pasan los días y no consigue recordar su pasado, está recuperándose de sus heridas y forma una amistad con su salvadora, de la que también se siente profundamente atraído, sin embargo, entre ambos está la incógnita de la vida que él no recuerda. Así que, cuando se presenta la oportunidad de ayudar a Rachel, propondrá un engaño en el cual fingirán estar casados para que ella reciba una herencia. Me ha gustado mucho la amistad que surge entre todas las amigas del burdel, un Coronel, Alleyne y Rachel. Me causaban mucha gracia cuando ideaban planes y los llevaban acabo. Hubo escenas muy emotivas, sobre todo cuando Alleyne recupera la memoria y acepta el gran amor que siente por Rachel. Ambos tenían miedos que enfrentar pero se apoyaron siempre. Sin duda es un libro que se disfruta mucho. |
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