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La autora nos muestra una parte de la historia estadounidense muy curiosa. Y de tan curiosa se vuelve aterradora, coger a todos los niños huérfanos, o no, que no tienen hogar y enviarlos en tren a buscar una familia. Muchas de esas familias no serán amorosas, ni siquiera amistosas, y solo buscarán manos extras gratuitamente. La historia entrelaza el tren de los huérfanos, en los recuerdos de la juventud de Vivian, y la época actual, con Molly, una adolescente rebelde que ha tenido que pasar por varias casas de acogida hasta poder establecerse una temporada larga en una de ellas. Mientras Molly ayuda a Vivian a despejar su atiborrado desván, irán reflejándose la una en la otra hasta formar una relación casi familiar. Para mí ha sido una historia a devorar, curiosa a más no poder por saber más de la historia del tren, Molly y Vivian. Me queda un poco flojo el final de Molly, pero en mi imaginación acaba todo en éxito rotundo, así que perfecta la historia de dos mujeres que se han forjado a sí mismas mediante sus malas experiencias |
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