Sucedió un verano

Necesito lavarme los ojos con aguarrás.
Quizás con lejía, no sé.
En fin, que nada te prepara para leer esta historia y poder acabarla es un acto de fe que ríete tú del Vía Crucis de Cristo.

Se supone que la historia sería la típica comedia romántica que entretiene. Algo ligerito para intercalar con otras lecturas más densas.

¿Problema? Que es tan ligerita que por haber, no hay vida inteligente entre los protagonistas. La historia en sí no va mucho más allá de un cliché típico de chica-que-lo-tiene-todo/consentida que acaba robándole el corazón a un pescador de cangrejos barbudo y según la prota, OJO AL DATO, con buenos muslos de gladiador (literal, sentí morir al leer eso, santa madre de dios). Está claro que pescar cangrejos en alta mar es mejor que el crossfit, chavales 🤣

En fin, que me fastidia tremendamente que se plantee a la prota como una chica medio tontita pero que guarda un gran corazón debajo de su fachada de influencer popular. Por ejemplo, que en un capítulo tenga que buscar en internet qué narices es un tifón porque ni ella ni su hermana saben QUÉ ES ESO, es alucinante. A ver, que no es cuestión de que tengan que saberlo, pero la forma en la que se plantea, en la que parece que NUNCA han escuchado la palabra y les suena lo mismo que si les habláramos de ácido ribonucleico... En fin, creo que se puede hacer comedia romántica sin caer en tratar a una de las partes como si le faltase un hervor.

Luego tenemos al de los muslos a lo Gladiator. Es el prototipo de leñador machote que parte troncos con el canto de la mano. Se supone que su función en la historia es ponernos a todas revoluciones por su virilidad y "macherio" patrio. Lo cierto es que sus actitudes son posesivas, celosas y bastante cercanas a la época neandertal. Da cringe nuestro gladiador de cangrejos, amigos.

El caso es que se supone que entre ellos se ven muchísimas cualidades humanas que les llaman la atención (o eso dicen), pero realmente no se ve ninguna conversación mínimamente profunda y se conocen lo mismo que yo al camarero del bar de la esquina. Lo único que les atrae son sus labios, sus muslos (arrancarme los ojos) y sus físicos, cosa que está muy bien y yo que me alegro, pero no lo pintes como una conexión espiritual, porque entonces en todos los pubs y discotecas hay experiencias religiosas a full. En fin.

Y aquí viene la madre de todos los cringe: las constantes escenas subiditas de tono. Esencialmente por cómo están descritas de cutres. Toda la historia es una sucesión de uh, ah, si, ¡Brendan!, ¡Piper! ¡UEAH! y un reguero constante de ruiditos y palabritas a cada cual más colorida que la anterior. Constantemente tenemos expresiones de "eres mía, nena" o señalamientos de traseros incluidos con frases de "esto es solo mío". Esto igual funciona en los 2000, veinte años después casi que da grima, más que nada porque no solo se suelta en plena efervescencia, sino que lo mismo se lo dicen en la cama que en un hospital. AQUÍ NO SE VIENE A PERDER EL TIEMPO, chavales 🤣.

En fin, ha sido una decepción y eso que iba con ganas de leerlo porque había leído buenas opis.

PD: he puesto dos estrellas y son exclusivamente para mí por haber conseguido leerlo entero sin que se me salieran rodando los ojos por el suelo (y por las risas, claro 🤣).