El ocaso de los hombres

Hugo, el protagonista que narra la historia, nos habla del torbellino emocional en el que se encuentra después de que su novia le haya dejado sin ninguna explicación. Para ello, hace uso de un tono pesimista que, o bien hace empatizar con el lector o, por el contrario, considerar a Hugo demasiado exagerado. Así son las rupturas.

Mientras nos habla de su dolor, en segundo plano tenemos el incidente ocurrido en Vakozhia, del cual no se sabe mucho inicialmente. Sin embargo, el percance va tomando importancia a medida que avanza la novela hasta que la situación estalla para sumergirnos después en el apocalipsis zombi.

Normalmente, las novelas de Z (mordedores en este caso) tienen como objetivo la supervivencia física de los personajes, algo que aquí va de la mano con la emocional.

El fin de los hombres es diferente a otras lecturas, siendo esta más humana, más cercana, teniendo más peso lo humanitario y lo afectivo.

En definitiva, una historia que, aunque con contexto metido de pleno en la ciencia ficción, no deja de ser sensible y real como la vida misma. ¿Acaso alguien no ha sufrido por amor y se convierte en el centro de su existencia?