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Nos encontramos ante una lectura con un ritmo frenético, un viaje relajante a El Cairo termina en una odisea donde no paran de ocurrirles cosas a los protagonistas. Eso hace que su lectura sea amena y entretenida. No obstante, también nos encontramos con bastante violencia, disputas y duelos a tiros recurrentes. Por lo que las muertes de los personajes terminan pasando un poco sin pena ni gloria. Ese es el punto que menos me ha convencido de la novela, no he logrado empatizar con ellos al no estar tratados en demasiada profundidad. Personalmente, no me ha molestado que esté escrita omitiendo los diálogos. Cabe destacar el evidente trabajo de documentación que ha llevado a cabo el autor. Encontramos una gran cantidad de recetas descritas al detalle, junto con la región o el país del cual son típicas. También hallamos una extenuante búsqueda en relación con las consecuencias de las picaduras de animales selváticos que sufren algunos de nuestros intrépidos aventureros. Así como información acerca de la cultura y tradiciones africanas. ¡Considero que ese es un genial rasgo del autor que debería seguir manteniendo en sus futuras obras! |
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