El secreto de la contadora de historias

—¿Qué sentido tiene esta historia?
—¡Que no deberíamos juzgarnos los unos a los otros! —exclamó Amisha, sorprendida al ver que no lo había entendido—. Hagamos un pacto. Yo no te juzgaré a ti y tú no me juzgarás a mí.

Hubo cambios elegidos por mi, mientras que otros fueron un desvio forzoso. Y todos me llevaron hasta lo que soy hoy en dia.

¿Qué conclusion puede sacarse de la raza humana cuando algunos de sus integrantes se dedican a aplastar a otros con tal de satisfacer sus necesidades?

Pienso que no luchar por lo que queremos es una estupidez, por mucho que hacerlo no sea siempre la elección más inteligente.

Soñamos con lo desconocido. Y convertimos esos sueños en historias.

—Pues es usted afortunada. La bondad de las personas es una auténtica rareza y, cuando se encuentra, hay que conservarla como un tesoro.

Tu abuela, Amisha, siempre me decía: «Ravi, si te colocas cerca de la Tierra puedes oír sus secretos». Y entonces se echaba a reír y se subía ese mismo asiento donde tú estás ahora y decía: «Así que cuéntame todo lo que sabes».

A veces, Jaya, cuando las cosas te hacen daño, es mejor olvidarse de ellas.

La vida es un rompecabezas con piezas que están cambiando constantemente de forma para alterar la imagen global.

No siempre he preferido mi propia compañía a la de los demás, pero, como ya he dicho, jamás imaginé que mi vida sería lo que es ahora.