Mi Amigo Dahmer

En este volumen el autor incluye las vivencias que compartió con Dahmer en su etapa de instituto y otras circunstancias sobre las que se documentó para realizar este cómic. Lo de llamarle amigo ya adelanto que no lo era, de hecho ya en su adolescencia era un personaje extraño y solitario. Dahmer era conocido en el instituto por las imitaciones que hacía de su padre, que tenía algún tipo de parálisis, y un grupo de estudiantes que se hizo llamar “el club de fans de Dahmer” incluso le dio dinero para que hiciese un show en un centro comercial, aunque a la hora de la verdad nadie contaba con él como un amigo.

Para todos Dahmer era un tipo raro, incluso se medio sabía que tenía por afición recoger cadáveres de animales atropellados (aunque no sabían que posteriormente se dedicaba a quitarles la piel y hacer experimentos con sus huesos). Por otra parte, debido a sus incipientes tendencias, empezó a beber a todas horas, llegando a pasar la jornada escolar totalmente borracho. Su primer crimen lo cometería recién graduado en el instituto, estando ya totalmente solo porque sus padres se habían divorciado ese mismo año.

Si bien este cómic condena los asesinatos del carnicero de Milwaukee (como se conoció a Dahmer al descubrir sus crímenes), me parece que se aprovecha de la circunstancia de haber compartido clase con él para sacar partido. Backderf nos presenta la historia de un joven perturbado que estaba muy solo y que era el típico freak del que la gente se reía pero del que se alejaba al ver lo raro que era; alucino con que ningún profesor hiciese nada con su problema de alcoholismo, e incluso con que no sorprendiera a nadie que finalmente terminase como un asesino en serie. En cierto modo el cómic te hace reflexionar sobre cómo convivimos con los demás y lo que pueden influir nuestros actos (o la ausencia de ellos) en otras personas.