No suelo dejarme llevar por portadas o títulos en los libros. Pero en este caso, fue ver ese título y sentir atracción hacia la historia, y eso que lo comencé sin leer siquiera la sinopsis. Me ha sorprendido encontrar una historia paranormal, romántica, culinaria y con su punto de intriga. Un libro muy agradable, probablemente muy previsible, pero no por eso menos entretenido. De vez en cuando se nos van dando recetas de los platos que salen en el libro, y lo hacen de una manera tan original que hace que la sonrisa aflore: "... Sírvelas en un plato y añade aderezos tan básicos o tan ridículos como quieras. Colócalas en una bandeja junto con té, zumo y periódicos, llévalas a la habitación de tu amante… y cierra la puerta." En definitiva, una historia amable, entretenida, ligera y que os dejará bien sabor de boca (nunca mejor dicho). Eso sí, se recomienda no enfrentar su lectura cuando se tiene apetito o el frigorífico vacío. Una historia llena de texturas, sabores, aromas, sonidos y colores. |