Ceniza: Historia de una niña y de su monstruo

Maravilloso. Ternura e inocencia en estado puro. Me ha encantado. Es una historia optimista de supervivencia que realza por encima de todo el poder de la amistad.

Si empiezo por lo más evidente, su portada, me parece que la ilustración es preciosa y que refleja a la perfección muchas de las escenas que visualizamos durante la lectura (Nan Sparrow y Charlie compartiendo momentos en el tejado). Los colores invitan a la sentir la calidez del sol y ese momento mágico cuando empieza y acaba un nuevo día. El título principal, Ceniza, aparece tallado en color dorado lo que, junto a otros detalles en el mismo color, dotan a la portada de una elegancia exquisita. En mi opinión, es una de esas portadas que tienen la capacidad suficiente para conquistar al lector.

Adentrándome en la historia, no puedo decir que el libro tenga una trama ni un ritmo trepidante, sin embargo, tiene algo que te encandila. La ternura de la protagonista hace que te encariñes rápidamente con ella y que la sientas muy cercana. En este libro encontramos la historia de Nan Sparrow, una niña huérfana que trabaja como deshollinadora en Londres. La pequeña Nan tendrá que superar varias adversidades, pero será capaz de hacerle frente a todos los obstáculos que se pongan en su camino. Junto a ella encontramos a su amigo Charlie, un Golem muy peculiar que ha nacido de un pedazo de ceniza. Charlie, a pesar de su timidez y de sus miedos, será capaz de lograr lo imposible y de hacer que todo renazca cuando parecía perdido.

En la lectura encontramos dos perfiles sociales muy diferenciados, por una parte, las familias de clase alta, quienes viven ajenos a las penurias de una parte importante de la población; y, por la otra, los niños huérfanos más desvalidos, que fueron comprados por jefes de los deshollinadores y para quienes no son más que un número. Personas reemplazables y cuyas vidas no tienen más valor que el que les puedan reportar económicamente hablando, por ello, no tienen ningún obstáculo en dejarlos de lado en el momento en el que no son útiles por su complexión física. Igualmente, prefieren salvar su imagen antes que la vida de cualquiera de ellos. Así, si hay algún desperfecto durante las labores de deshollinamiento y este le cuesta la vida al deshollinador, el jefe culpa al pequeño deshollinador por ello en lugar de primar su vida sobre los daños materiales.

El libro se divide en dos partes: Inocencia y Experiencia y, estas, a su vez, en breves capítulos no numerados, pero sí titulados y muy ilustrativos del contenido. El libro finaliza con una nota del autor titulada Sopa de historias, y con un breve comentario histórico. La edición me parece maravillosa, pues está cuidada hasta el extremo y, además de tener una portada preciosa, las guardas exteriores están ilustradas con tinta azul y representan algunos de los principales escenarios en los que se desarrolla la historia.

En definitiva, es una lectura recomendable para cualquier tipo de lector, pues, aunque, como yo, rehúses la fantasía o la magia, las de este libro te deslumbrarán.