Abandoné la lectura de este librito que recoge las cartas de Jane Austen a su hermana Cassandra por dos motivos: El primero de los motivos es que hasta dónde llegué eran cartas insustanciales sobre puntillas, capotas, bailes, gente que viene y que va y de la que no tenemos contexto, porque no tenemos entre otras cosas las cartas de Cassandra a Jane y me estaba aburriendo soberanamente. Esperaba cartas con más profundidad, ya que para mi Jane es dios. En segundo lugar, leo comentarios de Jane Austen que me revelan a una persona frívola y clasista y no quería seguir leyendo para que la imagen de la autora a la que tenía en un pedestal no se me emborronara y ensuciara. Para muestra un botón: La gente se está volviendo tan terriblemente pobre y ahorradora en esta parte del mundo que no lo soporto. Kent es el único lugar en el que se puede ser feliz, allí todos son ricos. |