Nos encontramos ante un thriller adictivo y trepidante, que no sólo recuerda a 1984, sino que parece rendirle homenaje teniéndole tan presente que ese libro es un elemento muy importante en esta historia. La gran diferencia radica en que El ministerio de la verdad se sitúa en nuestro país, en un futuro bastante cercano y describiendo la situación y la tecnologia que conocemos. La pluma del autor es ágil y sencilla, una vez que empiezas a leer es difícil parar. Pero tengo que confesar que me ha dado mucha angustia, por verlo todo tan factible y lejano, tanto que muchas de las cosas descritas las tenemos ya sobradamente asumidas No puedo más que recomendar este libro, tanto por la historia en sí como por la reflexión a la que invita. |