Sigue la historia de Ayla, y sigue atrapándonos de forma irremediable: sus esfuerzos por salir adelante sola, sus descubrimientos sobre la caza y domesticación de animales, el descubrimiento de otra gente como ella, y el descubrimiento del amor y el deseo. Jondalar entra en escena, y el mundo de Ayla cambia para siempre. Sin llegar al nivel de excelencia de la primera entrega (el efecto sorpresa en el libro anterior fue muy importante) es un libro altamente disfrutable. |