Salvar el fuego, en mi opinión, representa joya de la literatura latinoamericana. Es una novela intensa, con muchos matices, que logra captar el interés y hacernos reflexionar sobre la vida misma. Cada personaje va construyendo sus propios conceptos de la vida y la muerte, la libertad y la esclavitud, el amor y el odio, lo correcto y lo incorrecto. Esta escrita en diferentes voces, y cada una tiene su sello propio. El recurso de las cartas de los presos me pareció genial. Cada personaje está muy bien logrado, y lo sentí creíble. Me impresionó el personaje de Marina, y es real encontrar mujeres, madres, y esposas, que buscan llenar sus profundos vacíos exisenciales, con emociones fuertes, poniendo así en peligro a sus hijos, matrimonios, incluso hasta su propia vida. Como critica, me parece que para recrear una escena de sexo fogoso y candente, el autor no necesita caer en la chabacanería y la vulgaridad. La buena pluma de este escritor puede crear algo erotico y de buen gusto. |