Si dio lo que soy miento al cielo, a las que regresan sin sol, antiguas y perdidas. |
Si dio lo que soy miento al cielo, a las que regresan sin sol, antiguas y perdidas. |
No se enturbiaron sus ideas, ni sintió el antiguo agobio de Fray Luis de León, al saberse presa de este valle hondo, oscuro. |
Tu hora está contada, en latido infalible. Guarda tu cuerpo y déjalo nutrirse de su sombra. ya no vivas de olores ni sonidos. Raspa con una concha marina tu cerebro. |
Más abajo, unos álamos remueven su follaje sin darse cuenta apenas de que un hondo silencio sostenido los mantiene agarrados a la tierra. |
Sobre el gris azulado de su fondo se escriben ilegibles las bandadas de pájaros que anuncian, mientras huyen, las últimas noticias del verano. |
Una nube sola en medio de un cielo demasiado nítido. No apartar la mirada.No contribuir a su desvanecimiento. |
Las espigas crecen hacie el cielo sin nubes, como crece el crepúsculo al borde de la noche |
El cielo es playa de incendiada arena. Y un caracol de luz en sí repliega sus propias soledades, silencioso. |
Aumentas hacia la lluvia y el relámpago, y al desplomarte en agua y luz quebrada la tierra te derrota. |
Te impones a mi alma con argumentos de aire Diáfano. Ubicuo. No terrestre Tácita nube -lo sé- también pudieras ejercer el privilegio de ocultar el sol. |
Marinero en tierra