Con una segunda lectura (y a medias) de un libro difícil porque lleva mucho quechua y mucha explicación. Cuenta la historia (autobiográfica) de un niño de 14 años que erra con su padre, un antiguo escribiente y que termina interno en un colegio de curas donde comparte con blancos, mestizos e indios. El niño se compenetra con el mundo indígena porque sabe hablar en quechua y los comprende y estima. Vive una sublevación de estos indios que son castigados por los militares que son otros indios al servicio del blanco dominante. Los dos mundos son impenetrables y herméticos, se cruzan pero no se mezclan. Hay mucha poesía para describir la sierra de manera lírica. El título emana del hecho que los ríos nacen en la sierra donde son fuertes y caudalosos y van a la costa transformados en riachuelos casi secos. Así como las costumbres indias son fuertes y poderosas y terminan anémicas en la costa donde predomina el blanco. |