 |
Es una lectura rápida, la historia no es complicada, la ambientación está bien trabajada y la mitología nórdica siempre es un aliciente. al inicio no vamos a tener muy claro qué está pasando, ya que la acción arranca sin explicaciones previas. A lo largo de las páginas, según descubramos a los personajes y las leyendas que envuelven el pueblo de Embla, es cuando averiguaremos qué está sucediendo. Los capítulos van alternando diferentes narradores en primera persona. Es fácil de seguir porque al inicio nos indican quién está hablando. Es un estilo de narración que, si está bien llevado, me gusta porque me permite profundizar en la psicología de cada personaje. En este caso, sin embargo, no termina de funcionar, porque no me creo que se expresen así. En los capítulos narrados por Alicia y por Juto, por ejemplo, había expresiones que no me cuadraban ni con una adolescente de catorce años ni con un niño de ocho que viven en una granja. Creo que el lenguaje y estilo hubieran cuadrado mejor para un narrador en tercera persona. |
>
