Totalmente imperfectos

Que bonita es la imperfección, reírse de uno mismo hasta convertir los complejos en virtudes, disfrutar de la vida sintiéndose a gusto con uno mismo. Que bonito encontrarse con personajes reales, totalmente imperfectos.
El mundo necesita más Martinas.
Martina es una chica sin complejos. ¿Le sobra algún que otro kilo? Si. ¿Le preocupa? Ni lo más mínimo. Ella vive, literalmente, de su físico trabajando comercial de ropa de talla grande.
Ella derrocha alegría, gracia y salero y si no fuera porque su salud se está resintiendo de esos kilitos de más, jamás hubiera aceptado que sus amigas le regalaran una suscripción de un año con un entrenador personal.
Tres amigas imprescindibles en la historia.
Angel no no sabía lo que se le venía encima cuando acepto el trabajo, una cosa era que no fuera fácil y otra que Martina conseguiría desestabilizarlo tanto con sus locuras, excesos y excusas.
Como ya habréis imaginado, Angel es el particular "demonio personal" de Martina y no está dispuesto a rendirse.
Una historia llena de momentos divertidos, malos entendidos y situaciones comprometidas.
La perfección es subjetiva.