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“¡𝘋𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘢 𝘱𝘪𝘯𝘤𝘦𝘭𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘤𝘢𝘱𝘢𝘻 𝘥𝘦 𝘥𝘪𝘣𝘶𝘫𝘢𝘳 𝘦𝘭 𝘳𝘢𝘴𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘮á𝘴 𝘱𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘤𝘢𝘳𝘢𝘤𝘵𝘦𝘳𝘪𝘻𝘢 𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢 𝘰 𝘢 𝘶𝘯 𝘱𝘢𝘪𝘴𝘢𝘫𝘦! ¡𝘛𝘶𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘫𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘰𝘴!...” Dice uno de los personajes de la gaviota y parece que hablara de la obra teatral de su autor. En la dramaturgia de Chéjov, al igual que en sus cuentos, tampoco encontramos grandes héroes ni grandes sucesos. Se nos presenta un reflejo de la personalidad humana y un retrato de la vida rusa de finales del siglo XIX. Se representan fragmentos de vida, la cotidianidad de la vida de provincia, los anhelos y las frustraciones de sus habitantes, sus esperanzas y sus desilusiones. 𝐋𝐚 𝐠𝐚𝐯𝐢𝐨𝐭𝐚 se centra en los conflictos románticos y artísticos entre varios personajes que se reúnen en una finca para descansar. Nos encontramos con escritores, actores, escenarios, variadas reflexiones sobre el quehacer de los dramaturgos y el eterno enfrentamiento entre las formas tradicionales y las nuevas en literatura. En 𝐋𝐚𝐬 𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬 conocemos a Irina, Olga y Masha que viven en un pueblo de provincia y su anhelo es regresar a Moscú. Los personajes llegan a sus vidas y se van, pero ellas se quedan ahí viviendo una vida mísera que no desean. 𝐓𝐢́𝐨 𝐕𝐚𝐧𝐢𝐚 nos presenta al administrador de una finca y a su familia que van a replantearse su vida a partir de la llegada del profesor Serebriakov y su hermosa esposa Elena. 𝐄𝐥 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐧𝐨 tiene solo un acto, tres personajes (un padre, su hija y el pretendiente) y mucho humor. 𝐄𝐥 𝐚𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐚𝐫𝐢𝐨 es otra pieza cómica de un acto en la que se celebra el aniversario de un banco. El aparentar, la vanidad y el egoísmo son las claves de la acción. En definitiva, los textos de Chéjov son clásicos que gozan de actualidad y que si sabemos escucharlos algo tienen para decirnos a cada uno de nosotros. |
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