Una historia inquietante no apta para estómagos delicados. Si el gore y, especialmente, los bichos, no son lo tuyo puede que esta lectura no sea para ti. A decir verdad, los bichos no son para nada lo mío (no sé cuantas veces me he rascado mientras leía este libro o mirado alrededor porque me había parecido escuchar un zumbido) pero hice el esfuerzo porque me gusta mucho el estilo de la autora y creo que la historia merece la pena. Al principio estaba bastante perdida, no entendía el por qué de lo que estaba sucediendo, pero poco a poco cuando vas uniendo las piezas del puzzle que Celia te va dejando, te das cuenta de lo fascinante y turbia que es esta historia. Con todo, siento que hay aspectos del final que a mí por lo menos no me parecieron del todo claros y que me gustaría que se hubieran explicado un poco más. |