Cuentan los segundos

Cuentan los segundos es una antología compuesta por 21relatos que aborda la fantasía con un enfoque científico que hace realista e inmersiva su lectura. El escenario es un hilo conductor que contiene multitud de pequeñas historias que profundizan en la idea del segundo como posición y como tiempo. La autora parte de una premisa tecnológica expuesta con rigor para explorar sus repercusiones emocionales, sociales y filosóficas en cada relato.Aborda temas como el determinismo y el libre albedrío y reflexiona de forma magistral sobre filosofía y ética.

Cada relato es diferente entre sí, algunos más extensos y desarrollados, y otros apenas de unas pocas páginas. Eso sí, todos tienen algún tipo de crítica social y todos hacen reflexionar al lector. ¿Hacia dónde estamos yendo? ¿Cómo estamos evolucionando como sociedad? Son algunas de las cuestiones que abordan esta lectura.

Me ha sorprendido mucho la escritura de Natalia así como lo informada que está en cuanto a ciencia y física cuántica, ya que muchos de los relatos beben a raudales de ambas materias. Las descripciones y el desarrollo de los mismos hace que por momentos pensemos que lo que cuentan los relatos podría sucederse en un futuro cercano.

Si os gustan series de sci-fi como “Black mirror”, “Calls” y “Years and years”, este compedio creo que os podría interesar. Yo por mi parte os lo recomiendo mucho si os gusta leer sobre el tema y si tenéis curiosidad por los futuros posibles que pueden darse.

En general me han gustado todos los relatos. Unos más que otros porque es inevitable. Si tuviera que destacar alguno, creo que sería “Segunda mano” uno de los últimos relatos y que me dejó con el ojo cuadrado, además de que me reveló un concepto que no conocía: los “oopart”.

También quiero destacaros un par de fragmentos:
Del relato“Por segunda y última vez”: El tiempo puede convertir en verdad la mentira más evidente, si le das el suficiente tiempo para repetirse. Y a veces una mentira nos ayuda a soportar mejor una verdad muy dolorosa.”

Del relato “La segunda pregunta”: La raza humana siempre se ha caracterizado por no cumplir con el equilibrio, siempre hemos ido más avanzados tecnológicamente que moralmente, podíamos clonar cuando no sabíamos si podíamos hacerlo, creamos alimentos transgénicos sin saber si eran perniciosos para la salud, ideamos la bomba atómica sin ser capaces de calcular sus consecuencias y un largo etc. de tecnología cada vez más avanzada sin que nuestra capacidad ética fuese pareja a la capacidad tecnológica.