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"Me arden en el pecho / todas las mujeres que no fueron." "Convertida en musa / me atan las cadenas." El lenguaje del dolor habla de un dolor hondo, femenino, que tiene raíces profundas y también muchas ramas. Un dolor compartido por todas las que nos precedieron, un dolor antiguo, enquistado, que surge en la infancia y que crece con ella. Un dolor sin nombre, el dolor de las heridas que nunca se cierran. El dolor, también, de la escritura. de leer a otras y saber que sus palabras cayeron en profundos silencios. Y hoy más que nunca, el lenguaje del dolor habla de la incapacidad de las palabras para expresar lo que nos duele, aquello que se clava en el estómago y que nos hace enmudecer. Aquello que no somos capaces de nombrar porque las palabras nunca son suficientes. Hoy más que nunca, escuchemos el dolor de las otras, y juntas, construyamos un mundo que no nos duela, que acoja el dolor y lo transforme en rabia, que nos lleve a pelear juntas y a no dejar a nadie atrás. "Preparo el silencio, lo acomodo / para llenarlo de este dolor inmenso / que nunca tendrá nombre." |
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