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Este libro supera con creces el primer libro de la saga de Carmina Nocturna, definitivamente la historia de Emilia y Árpad es una preciosidad que muestra que hay almas destinadas a estar juntas, incluso antes de siquiera existir. Definitivamente Carolina mantiene la calidad de los vampyr, y es que Domán sin ser todo lo malo que se mostró a Erzebeth Báthory, te da suficiente miedo y sientes su presencia durante todo el libro, sin que esté presente dentro se la narrativa. Debo decir que me encantó que incluyera dentro de la historia al padre Anastacio, Martina Szekely y Adrien Almos, es genial como su conocimiento durante el primer libro se ve reforzado en este segundo. Finalmente, como me sucedió con el primer libro, definitivamente este tipo de vampiros me encanta y me hace querer leer más de los libros de la saga. Con todo, debo decir que al leer el libro, después de ver a Caro hablando de sus gustos y su profesión, todo ese gusto de ella y su estudio en la interpretación de los sueños se ve reflejado durante el desarrollo de la historia |
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