La llave de Blake

La trama principal se desarrolla en el presente. Peter White es profesor de arte de la universidad de Manchester. Está fascinado por la obra de William Blake. Cuida solo de su hija, Rachel. de repente, su comportamiento cambia mucho y Rachel, que tan solo está entrando en la vida adulta, se preocupa mucho por el. Perder a su madre y criarse sola con Peter la ha hecho madurar muy rápido. Con su inteligencia excepcional siguió pasos de sus padres y adora todo lo conectado al arte. Sin esperar ni desearlo tendrá que enfrentarse a un enigma que le puede costar la vida. Guiada por los apuntes que le dejó Peter, intenta descifrar las pistas. La búsqueda de la vieja profecia la llevará a Escocia, Francia, Hungría e Italia.

A la vez nos encontraremos con fragmentos del pasado que explican lo que le pasa a Rachel. William Blake y varios otros artistas desfilarán por las páginas. También leeremos unas inquietantes escenas del 1791 de la Revolución Francesa. Creo que mi favorito es Rodin. O, ¿quizás el conde Orsini?

Una vez juntados todos los elementos, la profecía se hará clara. ¿Habrá tiempo para... salvar el mundo? ¿Qué tendrá que sacrificar Rachel? ¿Sobrevivirá?

Una lectura ágil e interesante. No solo entretenida, pero muy educativa: de una manera no invasiva podemos conocer increíbles obras de arte y profundizar nuestros conocimientos sobre “El Paraíso Perdido” de Milton o “La Divina Comedia” de Dante. Si os interesan todas las referencias culturales que aparecen en el libro os invito a ver mis historias destacadas dónde hablo de ello.

Yo no dudaré en leerme el siguiente libro de Sandra, espero que os animeis a darle una oportunidad a esta novela de aventura-misterio con un sutil elemento romántico que, en mi opinión, con su estilo de escritura supera “El código Da Vinci”. Una investigación que se centra en las bibliotecas, galerías y castillos. Un sueño para cualquier bibliófilo.
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