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Nunca pensé mucho en el deporte, excepto en ver las competencias olímpicas cada cuatro años con un interés leve, y probablemente solo si no había nada más en la televisión. Nunca pensé en lo jóvenes que son los competidores o en lo que han tenido que sufrir para estar ahí. En ese aspecto el libro me ha abierto los ojos. Verónica Leckie es una joven de 17 años perfeccionista, ambiciosa, enfocada, inteligente y extremadamente obsesiva, es la principal voz narrativa de esta historia. Nos cuenta su experiencia tanto personal como profesional sobre el patinaje artístico y, como se prepara con su pareja de patinaje para la temporada olímpica. Gracias a Verónica podemos tener una pequeña idea de todos los entresijos que hay en la preparación de un deportista de élite. El patinaje artístico es un camino brutal, con una carrera corta y requiere el sacrificio de casi todos los ritos de paso importantes, desde la infancia hasta la edad adulta. Su carrera comenzó de manera bastante inocente, con el equivalente a entrenar en un lugar local destinado principalmente a pasárselo bien. Cuanto más prometedora se mostraba, más dispuestos estaban sus padres a invertir en su carrera, incluidos los largos viajes diarios, un pase en la pista de hielo para entrenar, buscar un entrenador… El patinaje artístico no es nada barato y los padres de Verónica hicieron un esfuerzo tremendo tanto para ayudarla a ella como a Micah. Por otro lado, tenemos a Micah, el hermano de Verónica, es la otra voz narrativa del libro. Es un gran patinador, pero la fibrosis quística lo obligó a retirarse. Es un personaje entrañable, tiene mucho miedo por su enfermedad, pero lo camufla muy bien con humor negro para no preocupar, más de lo necesario, a sus seres queridos. Su voz narrativa se enfoca más en hablar de la fibrosis quística: su evolución, los tratamientos, las dificultades que tiene Micah en su día a día… La autora utiliza un lenguaje fluido,ameno y fresco. Los capítulos son cortos y van al grano, no se centran en nada que no aporte lo necesario a la historia. Eso hace que te leas el libro rápidamente a pesar de su grosor ( casi 700 páginas) Cada personaje está bien construido, cada uno de ellos con sus características marcadas y diferenciadas de los demás, los personajes secundarios se complementan a la perfección, aportando diversidad, descaro y mucha complicidad. Me ha resultado un libro muy interesante ya que aprendí los entresijos de este deporte así como la fibrosis quística. Mis partes favoritas del libro son las competiciones y , en menor medida, la parte romántica. Generalmente me intereso más por la parte romántica de un libro que sobre el resto de la trama de modo que me ha sorprendido en ese aspecto. La obra me ha enseñado que no todo lo que reluce es oro, los deportistas de élite sufren mucho tanto física como psicológicamente. En resumen, ha sido un libro interesante, donde me he encariñado con los personajes, me he puesto nerviosa con las competiciones, he sufrido con la enfermedad de Micah y he disfrutado como una niña en todo el proceso del libro. Os lo recomiendo sin lugar a dudas. |
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