Cuentos de Andersen

¡Qué bien me lo he pasado con la experiencia de reencuentro con los cuentos de mi infancia! Bueno… en realidad no ha sido exactamente un reencuentro porque varias de las historias las conocía únicamente pasadas por el filtro Disney por lo que ha sido estupendo conocerlas tal y como las concibió Andersen en el siglo XIX y otras, la verdad, me eran completamente desconocidas hasta ahora.
 
Un aspecto que me llamó muchísimo la atención cuando empecé a la leer los cuentos era que no me parecían especialmente pensados para público infantil. Gracias al aviso de @leer.esmas me puse a investigar sobre el tema y acabé descubriendo que Andersen no pensaba en los niños como los receptores de sus historias. de hecho, llegó a declarar que los niños le daban miedo (¡a quién no!).
 
En cualquier caso, como comentaba al inicio me ha encantado encontrarme a través de esta lectura con mi yo-niña y reflexionar sobre los diferentes mensajes que se pueden sacar de estos cuentos según la edad que tengas. de verdad, las conclusiones o lecciones, no tienen nada que ver. Y al mismo tiempo, me parece de admirar, la capacidad de Andersen para escribir obras con varias capas o varias líneas de interpretación, no necesariamente contrarias entre sí.
 
Historias cortitas, donde se intercalan personajes fantásticos como las sirenas con personas de carne y hueso. Los habrá con envidia, inquietudes, picardía, ricos, pobres… todo un crisol de animales, seres humanos y seres mitológicos listos para hacerte reír, emocionarte, pensar y reflexionar.
 
En esta edición de Austral (¡que no puede ser más bonita!), los doce cuentos vienen acompañados por ilustraciones originales de Vilhelm Pedersen y Lorenz Frølich. Os cuento también que estos cuentos los hemos leído en voz alta novio-san y yo, unos los he contado y otros los he escuchado. ¡Me ha encantado hacerlo así! Aunque… leerlos uno a uno antes de dormir, también parece un planazo.