Mi nombre es Violeta

Conoceremos a Violeta, una preadolescente a la que sus padres deciden cambiar de instituto. Allí, podrá empezar de cero sin tener que sufrir comentarios odiosos y dolientes. Se hará amiga de su compañero de pupitre, Mario, del que terminará siendo muy amiga. Hasta tal punto de que le empieza a gustar de verdad, y es entonces cuando el ansia de alargar la felicidad, rompe su bonita burbuja porque ¿cómo le dices a tu novio que eres una chica trans?

Violeta me ha encantado, con tan solo 13 años demuestra una entereza y una fuerza admirables. Es sarcástica y no duda en demostrarlo, no va a dejar que nadie la pise. No piensa en enamorarse, así que cuando le pasa con Mario, sabe que en algún momento la cosa terminará mal.

Tiene un grupo de amigos que la quieren con locura y son muy diferentes entre sí, pero mi favorito, sin ninguna duda, es Andy 💚. Él y su apoyo incondicional a Violeta, hacen que sea un pilar fundamental para ella.

Y también tenemos antagonistas, pero de los de verdad, de los reales. Gente que se ríe y se burla sin saber todo el daño que puede causar o que sí que lo hace sabiendo lo que puede llegar a provocar. Sin embargo, Violeta es más fuerte que todo eso.

Este libro enseña otra manera de vivir la transexualidad, ya que Violeta lo ha sabido siempre y su transición la empezó con apenas cinco años.

La historia en sí es muy cuqui, engatusa desde el primer momento. Tiene un tono juvenil y está narrado desde el punto de vista de la protagonista 💜

Me ha flipado la naturalidad de esta historia y, aunque me ha matado en varias ocasiones (no comprendo cómo la gente puede ser tan mala), me ha dejado con el corazón calentito. Final de 10🌟