Dos hermanas muy diferentes y con muy poca relación entre ellas que viven en Boston acaban perdidas en un pueblo de Arizona donde no hay nada, que su madre ha comprado para que lo arreglen para después venderlo. Allí conocerán a un grupo de moteros. Destaco especialmente la relación entre las dos hermanas y su evolución. Aunque tengan sus romances, me ha gustado que se basa en mucho más. La parte romántica está ahí, está bien desarrollada pero no es la parte fundamental, sino que se complementa con lo demás para crear una historia super divertida, que te arranca más de una carcajada. Todos los personajes tienen su punto personal y no hay ninguno que me sobre. Las autoras son un gran descubrimiento para mí.