Koba el Temible

Cuando Amis murió el año pasado leí, en uno de los artículos que se le dedicaron, que el descubrimiento del mal fue su gran tema, lo que le hizo llegar desde el pícaro de El libro de Rachel hasta el malvado absoluto encarnado en la figura de Stalin.
Si, la maldad sobrevuela el libro en forma de gulags, torturas, exterminios, hambre, miedo... La vida de Iosef Stalin contada a partir de "simples" anécdotas y hechos tremendos, pero contada con ironía, incluso con el sentido del humor (al parecer este era habitual al hablar del tema) que dominaba la sociedad europea en aquellos tiempos en los que se relativizaban mucho los crimenes cometidos en el este del continente.
"Era una gran ventaja ser un escritor sin talento en la URSS y una tremenda desventaja tenerlo".
El libro está repleto de nombres, datos, extractos de libros conocidos (otros no tanto) como Archipielago Gulag de Solzhenitsyn, o El Gran Terror de Conquest. Cita a historiadores, escritores, y políticos. Analiza, desmenuza y saca sus propias conclusiones. No es una biografía al uso, no solo al menos.
"El hambre pertenece a la tetrarquía comunista; los otros tres elementos son el terror, la esclavitud y, evidentemente, el fracaso, el sempiterno e icorregible fracaso".
"El nazismo no destruyó la sociedad civil. El bolchevismo si. Es una de las razones del "milagro" de la recuperación alemana y de los fracasos y la vulnerabilidad de la Rusia actual. Stalin no destruyó la sociedad civil. Lenin si".
Nos informa acerca de sus amigos (Bujarin, por ejemplo, al que mandó matar también), sus mujeres, sus hijos y sus apodos. Uno de ellos Koba, el que da título al libro. Y conocemos que Koba era poeta, y que le gustaba la música, el cine y poco (o nada) los seres humanos. En general lo retrata, no como el bruto, analfabeto piscópata al que estamos acostumbrados por otros libros, sino como un personaje atormentado por el fracaso, por su infancia, avergonzado por sus orígenes, con una obsesión casi patológica por ser el mejor, y una nula conexión con lo humano.
"En los años treinta, y en fecha posterior, Stalin mataba a todos los que habían conocido a Trostki. Pero también mataba a todos los que habían conocido a Stalin: conocido, visto o respirado el mismo aire".
Fascinante y aterrador al mismo tiempo. Una lectura impactante, a la que merece la pena hacerle un hueco.