El Latido de Olimpia

Imaginacion y fantasía desbordante. Mundos y ficciones, que a pesar de ello, se aprecian auténticos.

Increíble que un relato de corte fantástico y con cierta sensibilidad, aparecido previamente en la antologia "Fobos", origine esta novela de fantasía que mezcla nuestro mundo cotidiano con Olimpia. Mundo este, construido con referencias a la mitologia nórdica, egipcia, asiática, maya, y clásica, junto con seres y lugares ideados por el autor. La necesaria presentación de ese mundo, con sus facciones enfrentadas, Bredalia, y el Pueblo Gris, junto con Soñoria, y la Ciudad de las Mentiras, así como de los seres que lo habitan, hace que el inicio del libro sea algo lento. Después de esto, la trama es absorbente y se desencadena la acción.

No hay un eje que articule la novela, primeramente hay una búsqueda de una soñadora cuyo despertar puede cambiar el equilibrio en Olimpia. Su encuentro desemboca en un viaje imprevisto, emprendido por una compañía formada por personajes de lo más variopinto y facultades extraordinarias, contra una amenaza que supondría la caída de la oscuridad en Olimpia.

La novela, aún no siguiendo un desarrollo lineal, pues hay muchos giros argumentales, cierra el círculo, el mismo origen del desequilibrio, acaba con el mal que amenaza Olimpia. Sin embargo, queda una puerta abierta en una subtrama que podría dar pie a una continuación.

Por aquí desfilan personajes bien desarrollados y perfilados, que no son los habituales de cartón piedra tan manidos en la fantasía. Hay druidas con poderes mentales, gigantes de increíble fuerza, demonios incorpóreos, guerreros que ocultan su verdadero ser, reyes o semidioses atormentados, y todo ello salpimentado con un puñado de enigmas a resolver.