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Teresa Batista es uno de los mejores personajes femeninos que he encontrado en la literatura latinoamericana. "Para Teresa fue difícil aprender a llorar porque había nacido para reír y vivir alegremente. No quisieron dejarla, pero ella se emperró". Desde la traición de su tía que la vende siendo aún una niña a un monstruo que colecciona esclavas sexuales, pasando por la prostitución, una peste, peleas varias y una huelga de burdeles, Teresa va atravesando desgracias que la hacen sufrir pero también la fortalecen, y en el camino descubre también el amor, la amistad, la entrega, la lealtad, y sobre todo la voluntad de seguir luchando aún cuando todo parece perdido. Amado recurre a la tradición de la literatura de cordel (la edición tiene las ilustraciones típicas de ese formato) para crear una novela episódica, que se va hilando en torno a las diversas aventuras de Teresa y cómo van contribuyendo a forjarle una identidad de heroína popular, justiciera, defensora de los débiles, solidaria y generosa. No queda duda de que Teresa Batista ES Brasil, su pueblo alegre y tenaz sometido a la opresión pero destinado a sobrevivir y a fortalecerse ante cada prueba. Es importante advertir que el segundo capítulo contiene escenas muy fuertes de abuso sexual a una menor de edad, que son realmente difíciles de leer. Sin embargo Amado está exponiendo así la impunidad de un poder político y económico que dispone como quiere de quienes considera descartables. Un acierto de la novela es la multiplicidad de voces que van construyendo la historia de Teresa, historia a la vez individual y colectiva. La integridad de Teresa, su forma de defender su dignidad frente a los embates de la vida, es inspiradora y da cuenta también de la fuerza de las mujeres para sacar a los pueblos adelante frente a la tragedia. |
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