Viajes ficcionalizados 1

Vaya por delante que no estamos ante una novela, ni una historia con una trama de peso, nos encontramos ante una guía de viajes amena contada por dos personajes. Es decir, es una especie de diario sobre los lugares que visitan los protagonistas.

A través de sus palabras conocemos los rincones, la gastronomía, el arte y la historia de las ciudades que recorren. En este sentido, recibimos una gran cantidad de información interesante que nos puede resultar de utilidad si tenemos intención de conocer esos lugares: París, Bruselas, Estocolmo, Berna y Liechtenstein.

Además, al final, se incluye una lista de datos extras sobre los países donde se encuentran las ciudades mencionadas, así como de programas sobre viajes en los que podemos seguir cultivando nuestra afición por conocer el mundo. Aunque en mi opinión, no hay mejor manera de hacerlo que pisando de verdad esos sitios. Y se nota que el autor sí que disfruta haciéndolo, pues plasma en este libro el entusiasmo de recorrer nuevos espacios, indagar en la cultura del lugar o deleitarse con platos típicos.

En definitiva, una manera original de presentar una guía de viaje, tanto para quien tiene intención de coger pronto un avión como para quien prefiere que arraigue primero el gusanillo investigando sobre distintas opciones.