Milhojas de jamón

He de reconocer que ya le tenía el ojo echado por alguna publi de Mónica Rouanet y Arantxa Potabales que me habían hecho que me picara la curiosidad. Pero no acababa de decidirme.
Me cuesta, a veces, darle la oportunidad a autorxs que no conozco tanto por “miedo” a que sus libros no acaben de convencerme.
Pero, bien claro puedo decir, que en este caso ojalá le hubiera dado la oportunidad antes.

Una novela policiaca en la que, si bien es verdad que la policía tiene presencia, el que arma y desarma todo el “sarao” es un profesor… ¡DE FILOSOFÍA!

Una historia que gira alrededor de un asesinato a los pies de la Torre de Iberdrola en Bilbao. Esto promete. Un asesinato, multinacional eléctrica de por medio y un crimen que a nadie parece importar excepto a nuestro “profe”.

He de deciros que el personaje del profesor me ha encantado. Ingenioso, chistoso, inteligente, buen padre, tímido con las mujeres, divertido con sus alumnos. Un personaje que de ser real me encantaría conocer.

El resto de personajes muy bien definidos también. Román, ertzaina de profesión, y Anne, jueza y dueña de los pensamientos del profesor Loizaga, completarán el trío protagonista de la historia. Aunque hay personajes que, si bien no son los principales, son completamente indispensables en la historia, como ama Loizaga. Maravilloso personaje. Creo que me gustaría no solo conocer a Loizaga sino a toda la familia. Cada uno con sus peculiaridades.

La historia transcurre entre charlas, vinos, pintxos y comilonas entre estos amigos. A la par, vamos descubriendo más del personaje principal en capítulos que se desarrollan en el instituto donde Loizaga da clases o en el interior de la Torre de Iberdrola.

Una historia con giros completamente inesperados. Aunque he de decir que las mentes perversas como la mía y con tantas lecturas a las espaldas ya entramos de lleno en ella dudando y realizando teorías a cada cual más loca y claro, en alguna tenemos que acertar. 😉
Con esto no quiero decir que vengas venir la resolución del caso porque el autor sabe guiarte muy bien para hacerte pensar lo que él quiere. Pero lo dicho, se me pasó por la mente una idea que resultó ser acertada, al menos, en cierto modo.

En cuanto a cómo está escrita: muy sencilla y coloquial, con humor (chistes incluidos). Lees como si un amigo te estuviera contando la historia , con sus chascarrillos, sus palabrotas o expresiones que no son políticamente correctas pero que me han hecho empatizar mucho más con la situación.
Los capítulos son cortos y con ritmo. Quizá al principio sean más lentos hasta que conoces al personaje y te sitúa en contexto.

Indudablemente, repetiré.